Mudarse es
quitarse un poco la piel de encima….ayer terminé la mudanza de la casa en la
que vivi 14 años…allí mis hijos terminaron de estudiar y fui testigo de sus
años de noviazgo.
Era la casa
para vivir el resto de mi vida, asÍ la construímos para nosotros, pero como
dice el dicho uno propone y Dios dispone. Se fue mi compañero de ruta antes de
tiempo y varada en el camino tratando de seguir adelante y no encontrando
sentido a quedarme decidí dejarla ir…si dejarla ir eso hice.
Primero me
aferre a ella y a todo lo que contenía, recuerdos de infancia , recuerdos de
mis hijos …sus primeros zapatitos, sus vestidos, los cuadernos, sus juguetes …también
guardé con esmero las cosas de mi madre..allí estaban sin sentido quietas .
Primero
comencé a embalar tratando de guardar todo…mi vestido de novia, el ramo, las
cartas….me dí cuenta que tenía que dejar ir todo eso…los recuerdos están en la
memoria y no allí.
Comencé a
deshacerme de todo, regalé, dí , tiré….y lloré si lloré por todo lo perdido.
Quise
empezar en un nuevo lugar, sin llevar mochilas que pesen. Primero dolió dejar
ciertas cosas pero luego fue liberador.
Ayer entregué
la casa…una familia joven con niños la disfrutará como se merece, yo en otro
lugar comenzando otra etapa que creo
también merezco.
Desprenderse…eso
aprendí….estoy más liviana. Espero que el dolor de cuerpo y la tensión de estos días pase.
Mudanza es
cambio …transformación y cambié.
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